La demencia o trastorno neurocognitivo mayor (DSM 5) se define por una disminución significativa en uno o más dominios cognitivos (atención compleja, función ejecutiva, aprendizaje y memoria, lenguaje, función motora perceptiva y cognición social) que interfiere con la independencia de una persona en las actividades diarias.
Con el aumento de la esperanza de vida, la prevalencia de demencia está aumentando en el mundo suponiendo una importante carga familiar y social. Sin embargo, en países de ingresos altos, desde hace años la incidencia de demencia no está creciendo a la velocidad prevista, hecho que se ha atribuido a mejoras en educación, nutrición, estilos de vida, atención de salud y control de enfermedades crónicas.
Cribado de deterioro cognitivo y demencia
Dado que las terapias médicas actuales para la demencia no parecen afectar su curso a largo plazo, el beneficio potencial de la detección temprana puede estar en el diseño de intervenciones efectivas que puedan ayudar a los pacientes y cuidadores a prepararse para manejar los síntomas y las consecuencias de la demencia, así como facilitar la discusión sobre temas legales, financieros y de salud mientras el paciente aún conserva la capacidad de tomar decisiones.
Cribado en población general mayores de 65 años asintomática
Los beneficios potenciales de la detección temprana del DC no se han llegado a demostrar todavía en los ensayos clínicos. Teniendo en cuenta lo anterior y la falta de tratamientos eficaces, en la actualidad no está indicado realizar cribados de DC con pruebas cognitivas en mayores de 65 años asintomáticos que viven en la comunidad y que no tengan síntomas ni signos de DC. Tampoco se recomienda realizar cribado en asintomáticos con antecedentes familiares de demencia o factores de riesgo cardiovascular (FRCV).
Os animamos a leer más sobre el tema en la Actualización PAPPS 2022 Recomendaciones Preventivas en el mayor.