El Grupo de la Infancia y Adolescencia del PAPPS presenta en el documento de Actualización PAPPS 2022 dos temas trascendentes: el consumo de tabaco en la adolescencia y el uso profiláctico de la vitamina K para prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido (EHRN).
Tabaco y adolescencia
El tabaco constituye un importante problema de salud pública. Cuando su consumo se inicia en la adolescencia, en un elevado número de casos se prolonga hasta la edad adulta. Los adolescentes fumadores tienen el mismo riesgo a largo plazo que los fumadores adultos de desarrollar cáncer, enfermedades cardiovasculares o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Exposición al humo del tabaco en la infancia
En todo el mundo, y según un estudio con datos de 192países, en el año 2004, 40% de los niños eran fumadores pasivos. En total, 603.000 muertes, alrededor de 1% de la mortalidad mundial, fueron atribuibles al tabaquismo pasivo en 2004; 28% de todas estas muertes se produjeron en niños.
Los riesgos de la exposición al humo del tabaco (EHT) en la infancia incluyen el síndrome de muerte súbita del lactante, sibilancias precoces en edades de ≤2 años, sibilancias-asma en≥en≥6 años, hospitalizaciones por asma, otitis media aguda y serosa y enfermedad meningocócica.
Edad media de inicio de consumo: 14,1 años
Según el estudio ESTUDES, una encuesta sobre el uso de drogas realizada cada dos años a estudiantes de 14 a 18 años en España, en el año 2018, 41,3% de los adolescentes había fumado alguna vez en la vida, 35,0% lo había hecho en los últimos 12 meses y 26,7% en los últimos 30 días. El 9,8%había fumado cada día en el último mes. Más de 90% de los que se inician antes de los 18 años, probablemente fumarán cuando sean adultos.
Síntesis de la evidencia
Existen pruebas de buena calidad y grado de evidencia de moderado a alto sobre la eficacia de las intervenciones individuales de carácter conductual para el cese del consumo de tabaco, tanto en adultos como en embarazadas. No existen pruebas de buena calidad a favor ni en contra para recomendar la intervención individual frente al consumo de tabaco en adolescentes.
Dadas las importantes implicaciones que tiene para la salud, el desarrollo precoz de dependencia del tabaco y la mayor dificultad de abandono del consumo de tabaco cuando se inicia a edades tempranas, parece mayor el beneficio que el riesgo de realizar consejo o intervención breve, teniendo en cuenta tanto las preferencias y valores de los adolescentes y sus familias, como los recursos disponibles.
Las entrevistas motivacionales se han mostrado moderadamente eficaces. No existen pruebas de buena calidad que correlacionen la realización de cribado con la disminución del consumo de tabaco o de su intensidad. No obstante, se admite la intervención basada en el modelo transteórico del cambio o método de las 5 Aes como la más razonable y comúnmente realizada.
Recomendaciones PrevInfad