Así empezaba en enero de 2018 una entrada en el blog del GdT de EpS , una realidad en las consultas de Medicina de Familia y Comunitaria en Atención Primaria:
«Todos los días, durante el encuentro clínico, los profesionales de la salud y las personas y familiares tomamos decisiones que tienen que ver con la salud.»
Esa necesidad de información y de participación activa por parte de los pacientes en la toma de decisiones ha evolucionado hacia el término toma de decisiones compartidas. Una de las múltiples definiciones lo explica como una conversación entre clínicos y pacientes en la que hay al menos dos partes involucradas que piensan, hablan y sienten juntas cómo resolver una situación para alcanzar una solución que tenga sentido intelectual, emocional, y práctico.
Modelo SHARE
- Identifica Situaciones del encuentro clínico para invitar a compartir decisiones
- Habla claro sobre números y opciones. Haz de la incertidumbre una oportunidad de diálogo.
- Aclara sus valores y preferencias. Atiende sus emociones. Acompaña el proceso.
- Resume, recapitula. Respeta su ritmo. Si es posible alcanzad juntos una decisión.
- Empodérale para que pueda implementar su decisión. Evalúa si la solución encaja.
¿Cómo aplican los profesionales sanitarios la toma de decisiones compartidas en prevención?
Cuando se trata de tomar decisiones compartidas en prevención, es crucial que la conversación entre médicos y pacientes sea lo más honesta posible, y que ambas partes se den cuenta de que están involucradas en un pensamiento, un sentimiento y una discusión sobre una situación que tendrá consecuencias en ambos lados.
En USA, la USPSTF recomienda el cribado anual del cáncer de pulmón con tomografía computarizada de dosis baja como se comentó en la entrada: Cribado del cáncer de pulmón. Aunque el cribado del cáncer de pulmón puede reducir las posibilidades de muerte por el mismo, también causa daños. Por ejemplo, debido a que la mayoría de los nódulos pulmonares detectados por cribado son benignos, muchas personas que completan el cribado se someten a procedimientos de seguimiento, algunos de los cuales son invasivos, que no detectan cáncer. Además, el cribado puede llevar al diagnóstico y tratamiento de cánceres que podrían no haber afectado al individuo en su vida (sobrediagnóstico), con el consiguiente daño físico, psicológico y económico.
Calidad de la toma de decisiones.
La calidad de la toma de decisiones compartida sobre la detección del cáncer de pulmón fue deficiente, según la calificación de 2 observadores independientes utilizando una escala de toma de decisiones compartida validada Observing Patient Involvement in Decision Making (OPTION). Los daños potenciales del cribado no se explicaron adecuadamente y no se utilizaron ayudas para la toma de decisiones. Además, el tiempo empleado en la toma de decisiones compartidas no seguía las directrices ni se consideró adecuado.
Perspectiva del paciente.
Continuamos con otra segunda entrada en el blog de EpS hablando de la actitud de los pacientes ante la toma de decisiones compartidas. En un estudio publicado recientemente en FML (Revista de medicina de familia y atención primaria) sobre el tema LA TOMA DE DECISIONES COMPARTIDAS DESDE LA PERSPECTIVA DEL PACIENTE.
Los autores han realizado un Trabajo Fin de Grado de Medicina en el que han preguntado a más de 300 pacientes, que acuden al centro de salud, su opinión sobre la TDC:
¿Quién debe tomar las decisiones en la consulta? ¿El/la médico/a de familia suele tener en cuenta la opinión del paciente? ¿El paciente prefiere que su médico/a tuviese en cuenta su opinión? ¿Cuáles podrían ser considerados los motivos más importantes por los que el/la médico/a no tiene siempre en cuenta su opinión? ¿En qué situaciones y en qué tipo de patologías permite el profesional opinar a su paciente con mayor frecuencia? ¿Si el paciente percibe que su médico/a le anima a preguntarle las dudas que le surgen en la consulta? ¿El paciente conoce herramientas que le ayuden a tomar decisiones? ¿Las utiliza?
Son necesarias estrategias para lograr involucrar más a los pacientes.
Los resultados nos dicen que solo el 39.2% de los pacientes considera que las decisiones se han de tomar de forma conjunta entre médico y paciente (TDC), y el 77% considera que su médico/a suele tener en cuenta su opinión. Al 83.7% le gustaría que su opinión se tuviese en cuenta. El 67.3% de los pacientes considera que su médico/a sí suele animarle a preguntar las dudas
Falta de conocimientos como paciente
El motivo fundamental por el que los pacientes consideran que no siempre se tiene en cuenta su opinión es por su falta de conocimientos como paciente. Los profesionales permiten opinar a sus pacientes en mayor medida en cuanto a las opciones de tratamiento, más en el caso de patologías crónicas, y en función de la gravedad de la enfermedad (más en leves).
Los autores concluyen que los pacientes se muestran todavía reticentes a la TDC, prefiriendo en su mayoría que tome las decisiones relacionadas con su salud solo el médico. No obstante, la mayor parte sí percibe que el/la médico/a tenga en cuenta su opinión y le anime a participar en la consulta. La mayoría de los pacientes, tras una consulta concreta, desean poder dar su opinión a la/s propuesta/s de tratamiento que surgen, sin embargo perciben que sus médicos raramente les ofrecen estas oportunidades de participación.
El articulo refleja que son escasos los estudios basados en la toma de decisiones compartidas entre profesional y paciente, y menos sobre la perspectiva del paciente y en el campo de la prevención.