Lectura y salud

Tras comenzar unas semanas del 2021, nuestros compañeros del GdT de Salud Mental del PAPPS, nos recordaron pautas para cuidar nuestra salud mental: «Cuidar de sí mismo».

Estas recomendaciones incluían: conocer situaciones capaces de generar malestar psíquico, reconocer nuestros diversos estados de ánimo, estar en paz con uno mismo y aceptar nuestras capacidades y nuestras limitaciones. 

Se resaltaba la importancia de disfrutar del tiempo libre cuando dispongamos de él, empleándolo en actividades de ocio que sean satisfactorias, y cuidar aspectos de nuestra vida cotidiana como la dieta, el ejercicio físico y el sueño.

En la actualización de hoy, día 23 de abril de 2021,  María Minuesa García, del GdT de Salud Basada en las Emociones de semFYC, nos recuerda la importancia de cuidar de nosotros mismos a través de una actividad de ocio como es la lectura para cuidar nuestra salud emocional. 

«En un lugar de la Mancha…»

La lectura es una actividad que enriquece nuestras vidas y nos abre las puertas a la información y el conocimiento, aunque también leemos por entretenimiento; las buenas historias contribuyen a hacer volar la imaginación y son una válvula de escape en determinadas situaciones como depresión y estrés.

Cuando leemos, no solo estamos mejorando nuestra memoria de trabajo. Está demostrado que la lectura nos hace sentir mejor y más positivos. Además, puede mostrarnos nuestra propia vida reflejada en la de otra persona, aumentando así nuestra empatía, imaginación y comprensión.

Favorece la gestión emocional

Se ha estudiado también cómo el hecho de compartir la lectura entre padres e hijos mejora las relaciones entre ambos. 

La lectura provoca un impacto positivo en el comportamiento de los padres; ayuda a reducir el estrés de la crianza, principalmente en familias que se enfrentan a estresores externos importantes y favorece en los niños la gestión emocional, comportamiento social, vocabulario rico y estimulación cognitiva.

Se conoce el término de biblioterapia como el uso de textos para proporcionar ayuda a personas con problemas de salud física y mental. Aunque es ampliamente utilizada, no está totalmente definida y se estudia la mejor forma de aplicarla. Hay estudios que demuestran que podría ser efectiva y jugar un papel importante en la reducción de síntomas depresivos a largo plazo en adultos.