Determinantes sociales y Covid, ¿los tenemos en cuenta a la hora de hacer prevención y promoción?

En esta ocasión, las compañeras del Grupo de Trabajo de Inequidades en Salud de la semFYC realizan la siguiente actualización y nos animan a visualizar el WEBINAR que elaboraron hace unos meses. 

La pandemia de la COVID-19 no está afectando por igual a toda la población

Si bien al principio de la pandemia se repetía en algunos contextos la idea de que el virus no entendía de clases sociales y que afectaba por igual a toda la población, enseguida los datos, tanto a nivel nacional como internacional, mostraba lo falso de esta afirmación.

En nuestro entorno,  por ejemplo, la cuarta ronda del estudio de seroprevalencia del ISCIII[1]  muestra una marcada variabilidad geográfica, siendo la prevalencia mayor en grandes núcleos urbanos que en zonas periféricas y rurales. Entre las personas trabajadoras el personal sanitario (16,8%) y las mujeres que cuidan a personas dependientes en el domicilio (16,3%) presentan las cifras más altas de prevalencia global. Además, en mujeres de nacionalidad no española la seroprevalencia también es más alta que en mujeres españolas (14,2 frente a 9,9%). 

No vivimos en una sociedad igualitaria en la que todos vivamos en las mismas condiciones, hay grandes diferencias y estas son las que determinan las desigualdades sociales en salud.

Determinantes sociales

La Comisión sobre DSS de la OMS define los determinantes sociales de la salud como las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas[2]

Estos determinantes sociales de la salud explican la mayor parte de las desigualdades sociales en salud, esto es, de las diferencias injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que respecta a la situación sanitaria.

 

Adaptación de Bambra et al. del modelo de Dahlguen y Whitehead y la idea de sindemia de Singer
Adaptación de Bambra et al. del modelo de Dahlguen y Whitehead y la idea de sindemia de Singer

Es en este sustrato social, el de una sociedad con una carga de enfermedad desigualmente distribuida en el que tiene lugar la pandemia de la covid-19. Estamos viendo desigualdades tanto en las tasas de infección como de mortalidad, que están en relación con estas desigualdades preexistentes en la distribución de enfermedades crónicas relacionadas con los determinantes sociales de la salud.

Enfermedades crónicas

La prevalencia y severidad de la pandemia de la covid-19 se magnifica por la preexistente epidemia de enfermedades crónicas, por lo que desde algunos autores consideran la pandemia Covid una sindemia, es decir, una pandemia que coexiste con otras enfermedades con las que actúa de forma sinérgica, que, a su vez, se dan de forma pandémica en ciertas comunidades[3].  Bambra, Riordan, Ford y Matthews adaptan el clásico modelo de determinantes sociales de  Dalghen y Whitehead para representar gráficamente la sindemia y hacer énfasis en la importancia que tiene el sustrato social desigual en la enfermedad por Covid-19[4], colocándonos en diferentes posiciones de vulnerabilidad. 

Las condiciones de vida, sociales y las respuestas políticas generan situaciones de vulnerabilidad.

Hablamos de vulnerabilidad para hacer referencia a aquellas situaciones que hacen que algunas personas estén expuestas de manera desproporcionada al riesgo. Y decimos situaciones, y no personas o grupos, porque entendemos la vulnerabilidad no desde el punto de vista del sujeto o del grupo. Es decir, no es que una persona o un grupo sean vulnerables (algo bastante culpabilizador) sino que las condiciones de vida, sociales y las respuestas políticas generan situaciones de vulnerabilidad en las vidas de las personas. [5].

Hemos visto cómo las personas en situación de vulnerabilidad social presentan una mayor vulnerabilidad epidemiológica (mayor exposición a la infección, mayores dificultades para el diagnóstico y seguimiento y barreras para un cumplimento de las medidas de control).

Equidad en Salud

Por ello, desde el Ministerio de sanidad, se publicó en octubre el documento “Equidad en Salud y COVID-19. Análisis y propuestas para abordar la vulnerabilidad epidemiológica vinculada a las desigualdades sociales”[6], cuyo objetivo es realizar un análisis de la vulnerabilidad epidemiológica vinculada a las desigualdades sociales y elaborar recomendaciones para abordarla en el contexto de la pandemia de la COVID-19, dirigidas tanto a decisores como a profesionales que intervienen en la respuesta frente a COVID-19.

Recomendaciones que pueden ser incorporadas en Atención Primaria
  • Identificar y analizar situaciones de vulnerabilidad social y epidemiológica, con salud pública, fuentes informales,  canales de participación que incluyan a profesionales de diferentes niveles administrativos de los servicios sociales y de los servicios de salud, así como de la sociedad civil organizada 
  • Coordinación efectiva entre los agentes implicados ,estableciendo y/o reforzando estructuras y mecanismos de coordinación a nivel de cada territorio y  favoreciendo mecanismos que aseguren la participación de la sociedad civil y con las redes comunitarias. Se recomienda reconocer y partir de las estructuras y mecanismos ya existentes (incluidos los informales)
  • Contemplar en las estrategias de comunicación la accesibilidad universal, la bidireccionalidad, la participación de la población y la interculturalidad, teniendo en cuenta la brecha digital.
  • Refuerzo de las capacidades de los sistemas de salud y bienestar social, garantizando una capacidad suficiente de recursos humanos y materiales en los servicios de Salud Pública, Atención Primaria (incluyendo Trabajo Social), Servicios Sociales y Sanidad Penitenciaria, priorizando la continuidad de los servicios asistenciales no relacionados con la COVID-19 para aquellos pacientes que presenten una situación de mayor vulnerabilidad.
  • Respuesta cercana al territorio. Potenciar las redes comunitarias locales, reconociéndolas como agentes e integrándolas en el diseño e implementación de las medidas de prevención y control.
  • Integrar a los/as profesionales asistenciales en el diseño e implementación de las estrategias de prevención y control, según el ámbito pertinente.
  • Garantizar la efectividad del derecho a la protección a la salud a través del acceso universal al Sistema Nacional de Salud

 

Jara Cubillo Llanes y Beatriz Aragón Martín

Grupo de Inequidades en Salud semFYC