Día mundial de la prevención de los Ahogamientos

Según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) de 2022 elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, el pasado año fallecieron por ahogamiento en nuestro país 394 personas. De ellas, más de la mitad (217) en playas; 52 en piscinas; 54 en ríos y 71 en otros espacios acuáticos. A ellos hay que añadir los accidentes graves producidos por zambullidas en piscinas, muchos de los cuales producen lesiones modulares.

Ante estas situaciones de extrema gravedad y coincidiendo con el Día Mundial de la Prevención de los Ahogamientos, hoy 25 de julio, el PAPPS quiere lanzar una serie de consejos de prevención de salud que sirvan para informar a la población sobre los factores de riesgo y las principales medidas de prevención de ahogamientos y lesiones graves.

La primera de estas medidas de prevención pasa por vigilar a los menores de manera constante y de cerca. Conviene recordar que un bebé puede ahogarse en tan solo dos centímetros de agua en menos de cinco minutos. La vigilancia de los menores es responsabilidad de la persona adulta cuidadora, no del socorrista.

 

Aunque lo más recomendable tanto para adultos como para menores es saber nadar, en caso de que no se sepa, es imprescindible utilizar un chaleco salvavidas. También lo es en caso de practicar deportes acuáticos, aún sabiendo nadar. Por otro lado, el alcohol y otras drogas deben mantenerse alejados del bañista cuando se vaya a realizar cualquier tipo de actividad en el agua.

Además, no está de más aprender primeros auxilios básicos, ya que puede contribuir a una mejor respuesta ante este tipo de emergencias.

Recomendaciones para piscinas
  • Asegúrate de que cuenta con socorrista antes de zambullirte.
  • Cuidado con las rejillas de desagüe.
  • Los niños no deben corren ni se empujarse en el borde de las piscinas.
  • Hay que incrementar la vigilancia en las piscinas privadas e hinchables.
Recomendaciones para playas:
  • No bañarse de noche ni en zonas donde está prohibido el baño.
  • Bañarse siempre acompañado.
  • Conocer la profundidad y el fondo del agua antes de zambullirse.
  • Evitar bucear o saltar en aguas turbias, y bañarse en zonas de corrientes.
  • Respetar el significado de las banderas y las indicaciones de los socorristas.
  • Nadar cerca de la orilla.
  • Ante un súbito cansancio o sensación de frío, salir inmediatamente del agua.
  • Cuidado con los hinchables, que pueden ser llevados por la corriente hacia zonas profundas.