El ejercicio físico es una medida preventiva, sobre todo asociada a otros factores de vida como la alimentación. En el mayor, previene la aparición de diversas enfermedades como la afección cardiovascular, diabetes u obesidad, reduciendo todas las causas de mortalidad y retrasando la aparición de fragilidad y dependencia funcional.
Se asocia a un incremento en la calidad de vida.
Todos estos beneficios se producen independientemente del estado funcional y del nivel de fragilidad del paciente.
La actividad física previene la aparición de dependencia funcional, y es tratamiento de la misma. Debe ser personalizada en función del estado funcional, nivel de dependencia y preferencias del individuo.
La actividad física se puede centrar en el perfeccionamiento de actividades diarias como levantarse de la silla.
El ejercicio físico puede ser una herramienta para mitigar el aislamiento social.
Es preferible realizarla en grupo y con un profesional entrenado, pero la realización de ejercicio en el domicilio en casos de necesidad también ha demostrado mejorar la salud de las personas mayores.
Recomendaciones
- Se debe indicar siempre la actividad física y el ejercicio en todas las personas mayores independientemente de su estado funcional, adaptado a las características funcionales y físicas y capacidad de cada persona
- Se recomienda la combinación de ejercicio aeróbico, de equilibrio y de resistencia (fuerza y potencia), bien en diferentes etapas en la semana o como ejercicio multicomponente
- El ejercicio multicomponente es la intervención principal para la prevención y tratamiento de la fragilidad
Os animamos a leer más sobre el tema en la Actualización PAPPS 2022 Recomendaciones Preventivas en el mayor.