A lo largo de la VII Semana del Autocuidado, hemos abordado temas cruciales para la salud en nuestra sociedad. Hoy, enfocamos nuestra atención en la vitalidad que la actividad física aporta a todas las etapas de la vida. Este artículo, elaborado por el Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) de la semFYC, presenta cifras reveladoras y resalta las pautas de actividad física recomendadas por la OMS.
Falta de actividad física: cuarto mayor riesgo de mortalidad a nivel global
La falta de actividad física se ubica como el cuarto factor de riesgo global para la mortalidad, contribuyendo al 6% de las muertes prematuras, equivalente a 32 millones de decesos anuales en todo el mundo. El sedentarismo está vinculado a una amplia gama de enfermedades, desde cardiovasculares y musculoesqueléticas hasta psicológicas y oncológicas. Alarmantemente, aproximadamente el 23% de los adultos y el 81% de los adolescentes no cumplen con la cantidad adecuada de actividad física.
Las recomendaciones de la OMS son claras:
Innumerables beneficios
La actividad física ofrece innumerables beneficios, como mejorar la salud cardiovascular, el estado de ánimo, la autoestima, el control del peso y la calidad del sueño.
Además, promover la movilidad activa, como caminar, andar en bicicleta o utilizar medios de transporte no motorizados, contribuye a la salud individual y al medio ambiente. Los desplazamientos activos reducen la contaminación y el estrés, disminuyen la congestión del tráfico y ayudan a mitigar el cambio climático.
Consejos prácticos para fomentar la movilidad activa:
- Priorizar caminar o andar en bicicleta en lugar de utilizar vehículos motorizados.
- Estacionar a cierta distancia y caminar cuando sea necesario utilizar un automóvil.
- Bajar del transporte público antes de llegar al destino y caminar una corta distancia.
- Optar por las escaleras en lugar del ascensor, incluso si es solo parcialmente.
Infografía
Puedes descargarte la infografía completa con todos estos consejos y recomendaciones aquí.
Recuerda que lo esencial es reducir el tiempo dedicado a actividades sedentarias e incorporar cualquier nivel de actividad física, incluso si es leve.
En resumen, el ejercicio y la actividad física no sólo prolongan la vida, sino que también la enriquecen y la hacen más saludable.